Cómo compartir contenido en Redes Sociales

Compartir, compartir y compartir. Esa es una de las principales premisas de la web 2.0 y las redes sociales. Sin embargo, muchas veces no sabemos cómo debemos compartir esa información, imágenes o contenidos para no incurrir en errores o en problemas con el autor/res de ese contenido.

• Lo primero que tenemos que tener en cuenta son las Licencias Creative Commons. Si la imagen y contenido está protegida con algunas de estas licencias debemos de respetarlas. Pueden ser las siguientes:
  1. Reconocimiento (Attribution). Las obras bajo esta licencia se pueden reproducir, modificar y hasta comercializar pero siempre respetando y reconociendo su autoría.
  2. No Comercial (Non commercial). La explotación de la obra queda limitada a usos no comerciales.
  3. Sin obras derivadas (No Derivate Works). Esta licencia permite explotar la obra pero no transformarla.
  4. Compartir Igual (Share a like). Se pueden crear obras derivadas pero manteniendo la misma licencia.

Es importante respetar estas licencias y conocer sus usos para no caer en errores y provocar problemas con los autores o dueños de la fotografía o imagen.

• Las Creative Commons suelen centrarse en el uso de las imágenes. Por ello, para los textos nosotros recomendamos siempre citar al autor. Tanto si “copiamos” una frase, como si reproducimos total o parcialmente un texto, hay que citar convenientemente al autor o autores de esa información, libro o cita que se esté reproduciendo.

• En las redes sociales es habitual compartir artículos de periódicos, revistas y blogs. Por ello, se recomienda siempre cita a la fuente. En Twitter se hará con un vía @ con el nombre de la publicación en cuestión. Y, por ejemplo, en el caso de Facebook también es conveniente hacer mención a la fuente de la noticia.

Teniendo en cuenta estos tres puntos y no cayendo en las prisas y en la rutina que imponen las redes sociales e internet se puede evitar incurrir en errores de propiedad intelectual que pueden derivar en faltas más graves. Porque, al igual que en la vida 1.0, las “cosas” tienen dueño y eso no hay que olvidarlo nunca.13